domingo, 25 de diciembre de 2016

Give generously, Olvido

Este creo que te gustará

Este christmas creo que te gustará. Lo ha colgado una amiga en fb y la recomendación give generously me ha recordado algunos "regalitos" de nuestra Chichilla.


Ya casi nos hemos comido el 16, vamos a por el 17.
https://youtu.be/MAJ0zgJd4p0

jueves, 22 de diciembre de 2016

Nuestro marciano, Olvido!!!


Nuestro Gurb, premio Cervantes!!!


Olvido ¿no te pasa que se te agujerea una bufanda y piensas "no puedo tirarla sin más, sería una pantalla de lámpara espectacular"? Espero que no te pase o, al menos, que no te pase del mismo modo en que me pasa a mí. Es agotador percibir todas las alternativas posibles, todas las oportunidades que aún hay para cada objeto, para cada material, y sentir la tentación de hacerlas realidad y... caer en la cuenta de que ni en 1000 años sería posible 😅😅

Pero alguna vez sí transformo una cosa en otra, no me puedo reprimir. No hace mucho, cocinando, me quemé la camiseta del gato negro. Hacía tiempo que no la veía tanto como una camiseta, sino más bien como un monedero de estilo retro. Me gustaba que llevase estampado el título de la canción favorita de Amy Winehouse: Back to black. Creo que todo ha salido según lo previsto.




El propio algodón trenzado forma el cuerpo del monedero, que va recubierto con la leyenda por fuera.

Mi manía de sacar ventaja de la desventaja creo que viene de cuando era pequeña. El domingo me llevaban a la playa siempre que no lloviese. Me despertaba antes de que amaneciera y me quedaba junto a la ventana. Sufría tanto por la posibilidad de que se fastidiase lo de la playa que decidí tener un plan mejor. Poco a poco me especialicé en los planes alternativos y los perfeccioné de tal manera, que muchas veces deseaba secretamente que se chafasen los planes principales.

En 2004 se nos presentó una situación de este tipo. Tu hermana entraba en el colegio a las 8.30 y tú a las 9. El colegio de aquel pueblecito estaba en un paraje precioso, pero el clima era de montaña, riguroso. Primera hora de la mañana, con más sueño de la cuenta, al llegar el invierno era de esperar que nos hiciese mucho frío... Y me acordé de Gurb!


Siempre me lo he imaginado así. En realidad
este señor es el bajito malhumorado que sale
en la Pantera Rosa.

Lo que era una perspectiva algo dura se convirtió en uno de los planes más divertidos que me ha tocado en suerte vivir: llegábamos a la puerta del colegio, parábamos el coche y abría Sin noticias de Gurb por cualquier página. Se supone que Gurb era el compañero ausente, pero para nosotras Gurb era él.

"Lee lo de que vomita" -insistías muerta de la risa.

"04.21 Vomito en un parterre de la plaza Urquinaona.
04.26 Vomito en un parterre de la plaza Cataluña
04.32 Vomito en un parterre de la plaza Universidad
04.50 Paro un taxi; le digo que me lleve a casa; vomito en el taxi"

No sé por qué, los párrafos en los que se repetían mecánicamente las acciones eran los que nos daban más risa. Creo que mi forma de leer también contribuía un poco a la comicidad de la peripecia de Gurb.

Ajenas al frío, a la lluvia e incluso alguna vez a la nieve, abrigadas bajo una manta de cuadros, a lo largo de aquel curso caímos con nuestro Gurb en todas las zanjas de la Barcelona del 92 -unas veces caía porque iba borracho, otras por otras razones-, asistimos a sus torpes intentos de ligar con cualquier rubia -¿o la rubia era él?-, le vimos comer tortillas, hacer el ridículo delante de su vecina y mil situaciones despatarrantes que yo, sobre la marcha, adaptaba algunas veces un poco porque tú solo tenías 5 años.

Unos minutos antes de las 9 abrían la puerta y más de una vez tuvimos que correr: aunque llegáramos cada día las primeras, la apertura nos pillaba siempre muy lejos de allí.

Me preguntaban otras madres qué era aquello tan gracioso. Alguna vez les dije que leíamos una novela, pero en seguida rectifiqué: leemos tonterías. Quizá ya habrás comprobado que existe la creencia común de que a los niños solo hay que leerles chorradas especiales para niños.


En mi recuerdo, quizá en el tuyo, vive para siempre un lugar donde puedo volver cuando arrecia el invierno o en lo más crudo de la Navidad. Gracias a Eduardo Mendoza, puedo volver a aquel pueblecito de montaña, sentarme en la furgoneta, cobijarme bajo aquella manta y caer con Gurb una y otra vez en todas las zanjas de Barcelona mientras escucho tu risa.

Matilda, Chichilla, las gallinas, el Gordo y Lilí, los petirrojos del barrio, los sandungueros jabalíes, Nino, Nina y Trasto y supongo que también el ↯💣😠😠 del arrendajo que se zampa nuestras manzanas te desean Felices Fiestas.


Aquí, un diseñador cachondo ha elaborado un recortable con los "outfit" del marciano, uno para cada día.