viernes, 21 de noviembre de 2014

No te olvido, Olvido

Hablando (bla, bla, bla) con un compañero de trabajo (Heigh-ho, heigh-ho /
It's home from work we go) me cuenta que su hija, mientras esperan para que la visite el médico, juega con él a sumas y restas. Enseguida me he acordado de los monstruos, aquellos bichos que dibujábamos a medias en las libretas cuando teníamos que esperar algo. Primero yo hacía una cabeza. Luego tú pintabas unos ojos con muelles que se salían de las órbitas. Después yo añadía un vestidito. Por debajo, le pintabas tú ocho patas como a un pulpo. Yo le ponía lacitos a cada pata. Tú le plantabas unos pelos rizados bastante ralos y, por qué no decirlo, inquietantes. Yo... tú... y tú... yo... Cuánto nos hemos reído!!!
Como dice la pizarrilla del tocador, no te olvido.

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