viernes, 1 de abril de 2016

¿Por qué estás huérfana, Olvido?

¿Por qué estás huérfana, Olvido?

Tendemos a acercarnos a quienes percibimos como semejantes. Yo tengo muchas amistades con madres que perdieron a sus hijos y también con algunos padres. Ayer, una de estas amigas publicaba en su facebook lo siguiente:


"He estado callada todos estos años, intentando proteger a nuestros hijos, de las consecuencias por la furia que desatarán en ti, mis palabras sobre tus "hechos". Sobre tú verdadera personalidad, y no la que muestras a los demás. Ni a nuestros hijos. Eran muy pequeños, cuando me los ¡"ARREBATASTE"! con mentiras y engaños. Cuando los apartaste de mi, atemorizándoles con amenazas y victimismo. Cuando los prohibiste seguir siendo niños felices, prohibiéndoles seguir 
queriendo y teniendo a su MADRE" 
 Y añadía: "Pero ya ha llegado el momento. Ya tienen casi 18 y 23 años, y deben saber la realidad, no la que tú y tú familia habéis creado para ellos. No voy a permitir, no puedo, dejar que sigan viviendo una falsa realidad, y que sigan pensando que su madre y su familia materna, los abandonaron. Por que no es verdad."


Todo esto me hizo pensar. Nunca digo en este blog nada relativo a un asunto que, muy probablemente, es el más anómalo en tu vida: que estés huérfana de madre, con la espeluznante particularidad de que tu madre vive y te quiere. Y me pregunto si hago bien o si hago mal. Cuando no tengo respuesta recurro al instinto, que en este caso me aconseja hablarte de estas madres, padres e hijos, porque te haces mayor y tienes derecho a manejar información adulta.

El día que percibí que mi pequeña Olvido, la que no se separaba de mí, la que me acariciaba la mano mientras caminábamos, la que dormía literalmente encima mío -hay que escribir de mí-, me rechazaba de forma extraña, no daba crédito a lo que sucedía. Hice lo que siempre hago: buscar una explicación. Por qué me consuela entender lo que está pasando aún en los peores momentos, no lo he sabido hasta ahora, al estudiar psicología social. Me senté delante de Google y tecleé intuitivamente algo así como "hija rechaza madre", sin comillas, claro. Poco a poco fue apareciendo en la pantalla el relato y el retrato del horror, un monstruo llamado Alienación Parental.

Todas las madres y padres con los que he hablado pasaron por lo mismo. El camino terrorífico que iba del "esto no puede estar pasando" al "exactamente esto es lo que pasa" lo habíamos recorrido todos, cada cual en su momento, entre lágrimas, taquicardia, asma, sudor, escalofríos... Pero lo que encontré por esa senda hoy sé, una vez que he recuperado la serenidad, que se transformó en un gran apoyo y una ayuda inestimable en todos los años que se sucedieron. Amigos, referentes, compañeros de penas y alguna alegría. Y quiero presentártelos.


Victoria

La primera persona a la que escuché contar la historia de la pérdida de los hijos fue Victoria. En un primer momento su serenidad me hizo polvo: el cáncer la obligó a traspasar la custodia al padre de los niños y ahí los perdió. ¿Se podía contar algo tan escalofríante con el aplomo que se observa en los vídeos? Sí, Victoria me enseñó que sí se puede.

https://www.youtube.com/watch?v=-jGlb26Cscs

https://www.youtube.com/watch?v=s-T1LA46Qb4


Murió hace tres años. El último lo compartió con su hija. A su hijo creo que no lo recuperó.
Ella era una heroína como de leyenda. Cada vez que flaqueé, en todos los momentos en que sentí que el dolor me rompía el corazón, que ya no me quedaban fuerzas, recordé a Victoria y me puse otra vez en pie.
Te diría que esta chica es su hija, pero el parecido físico lo hace innecesario.


Mar

La segunda persona a la que vi describir el horror desde la serenidad fue Mar. Empecé a vislumbrar, sin creerlo aún, que era algo a lo que quizá llegaría un día yo también.
https://www.youtube.com/watch?v=Nr7_g310ZLY


Con la ayuda de otras madres y padres, descubrió el paradero de su hijo en Chile. Vivió durante años una aventura que ahora, al verla junto a él en esta foto, es casi difícil de creer.
Dice que jamás perdió la esperanza.











Aguilar Cuenca

El tercer agarradero en aquellos momentos iniciales de locura fue este psicólogo. En su libro leí, punto por punto, la descripción no solo de lo que estaba pasando, sino de lo que estaba por venir. Durante años ha desarrollado una labor ingente para dar a conocer la realidad terrible de la Alienación Parental.

https://www.youtube.com/watch?v=oGkqW03fJZI

No importa que desaparezcas, no importa que mueras, el ensañamiento no tendrá fin; las críticas, las mentiras, las acusaciones, continuarán. Creo que en sus declaraciones libraba una batalla subliminal contra pensamientos suicidas. Siempre nos ha advertido de que hay que sobrevivir a esto porque tus hijos te pueden necesitar en el futuro y, si es así, les conviene encontrarte fuerte, optimista y generoso.



Conocí muchas otras personas con las que ya siempre he estado en contacto: Maria José, Adela, Pilar, Lina, Lola, Eva, Amparo, Margarita, Jose Antonio, Patxi, Asun, Cristina y Susana, que es quien aparece en la foto junto a su hijo recuperado. Gente de todas partes, de todos los rincones de España y de países muy lejanos. Como mi amiga Guiss, a quien me siento muy unida, sin importar lo lejos que está Méjico. El único crimen que cometieron fue creer que, a pesar de la separación, la pareja mantendría una actitud protectora sobre los hijos. Todo su pecado fue no imaginar que la venganza podría tomar como rehenes a los más inocentes.

Conocí también a personas con las que realmente no he tenido contacto pero a las que me siento íntimamente vinculada, como estos tres adultos que explican las consecuencias que tuvo sobre sus vidas que los separasen bien de su padre, bien de su madre, en el documental Victims of another war.

Victims of another war (subtitulado):

https://www.youtube.com/watch?v=zCt1XWLNQuo




De todos estos padres y madres excluidos con los que fui contactando, en los que me apoyé y a los que en ocasiones espero haber servido de consuelo, destacaría la resiliencia. De esta resiliencia surge la Fundación Filia de Amparo al Menor, creada por un grupo de padres que decide que del dolor de haber perdido a sus hijos tiene que nacer algo bueno para otros hijos y para otros padres. Hoy en día es la fundación de referencia en la ayuda a víctimas de la Alienación Parental y puntera en las tareas de educación y prevención, pues no hay mayor auxilio que evitar que ocurran las tragedias. Se han implicado activamente en su promoción Fernando Tejero, Alejandra Grepi, Vicente del Bosque y otras figuras públicas.

http://fundacionfilia.org/es/fundacion/




De todo este recorrido te quería hablar. Nuestro drama no fue un sufrimiento huero, sino que de él nació la ayuda a otras personas. Algunas veces me preguntan si tengo esperanza y contesto que, honradamente, no tengo ninguna. Mi esperanza son estas madres y estos padres que comparten sus reencuentros conmigo: no tengo esperanza, pero tengo Victoria, tengo Mar.


Hoy no vivo esperando. Tengo una vida plena y soy feliz. Del pasado me acompaña todo el amor que me diste (que me disteis, las dos), todos tus gestos dulces, tus caricias, tus besos... pocas madres han recibido tanta ternura como yo y me siento agradecida por ello.
Del futuro espero el progreso de un sinfín de proyectos -ya me conoces, soy ocurrente- y disfrutar de estas montañas que son un sueño a medio camino entre Fray Luis de León y  Andersen, con mi familia, mis amigos y todos nuestros animales... irresponsablemente antropomorfizados, lo sé, no puedo evitarlo.

Si no nos volvemos a ver, quiero decirte que no te he dejado de querer ni un instante, que siempre supe que tu dolor era muy grande y que te viste obligada a elegir para sobrevivir. 

Y si un día quieres un abrazo, me encontrarás serena, optimista y vital, con todo el futuro por delante.


Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Fray Luis de León,
Oda a la vida retirada

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